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Importancia de la Alimentación en la Infancia

Impacto de los Patrones Alimentarios en los Primeros Años

Los patrones alimentarios en los primeros años de vida, sean saludables o no, van a ejercer
una influencia importante en la calidad nutricional del niño, de forma positiva o negativa y
consecuentemente en su salud a corto, medio y largo plazo.
La infancia es la primera etapa en la que se va a producir el desarrollo físico, psíquico y social
de la persona. En ella el proceso de madurez del individuo en todos sus aspectos y la
alimentación como factor externo es muy importante para ese proceso.
Etapa en la que se van a instaurar hábitos alimentarios correctos o no pero que se mantendrán
durante toda la vida.
Así pues, la base de una buena nutrición consiste en consumir una dieta suficiente y
equilibrada, combinada con ejercicio físico regular para garantizar una buena salud.

 

Los objetivos nutricionales y dietéticos serán los siguientes:

  • Cubrir las necesidades energéticas, plásticas y reguladoras que permitan el desarrollo y
    crecimiento óptimo en cada etapa del proceso.
  • Prevenir mediante la dieta enfermedades crónicas en la edad adulta relacionadas con
    la alimentación.
     Evitar carencias y desequilibrios entre nutrientes.
  • Por medio de la dieta promover, la adquisición de hábitos alimentarios correctos.
  • Satisfacer las necesidades afectivas y otras específicamente humanas ligadas a la
    alimentación.

Por tanto, es importante conocer las distintas etapas por las que pasan los niños para
comprender las exigencias nutricionales en cada momento y de esta forma establecer pautas
alimentarias correctas.

Comprendiendo las Exigencias Nutricionales en Diferentes Etapas

Etapa Preescolar de 3 a 6 Años

  • En esta etapa se inicia el periodo de crecimiento estable. Se produce una modificación
    en la forma y composición corporal con un mayor crecimiento de las extremidades
    inferiores en relación con el tronco.
  • Se va a producir un aumento de la masa muscular y depósito mineral óseo con una
    disminución del agua y grasa corporal.
  • La velocidad de crecimiento es de 8-9 cm en el tercer año y de 5-7 cm /año a partir de
    entonces. El crecimiento es lento pero bastante constante, con una pequeña
    aceleración entre los 7 y 9 años.
  • En cuanto a la ganancia de peso supone de 2-2,5kg al año.
     Se va a producir una disminución de las necesidades de energía y nutrientes de la
    ingesta.
  • Erupción dentaria temporal
  • Desarrollo psicomotor con manipulación de utensilios.
  • Madurez en las funciones digestivas y metabólicas.
  • Se vuelven caprichosos con la comida.
  • NEOFOBIA, parte normal del proceso madurativo en el aprendizaje de la alimentación.
    No debe ser traducido por falta de apetito.

Esta etapa es importante porque:

  • Adquieren la capacidad para regular la ingesta de energía a lo largo del día.
  • Gran variabilidad interindividual.
  • Variabilidad individual en el aporte energético de las diferentes comidas.
    – Entre comidas: 35%
    – Entre días: 10%
  • Los hábitos alimentarios y los patrones de ingesta instaurados en esta edad, persisten
    en gran parte en la edad adulta y serán luego difíciles de modificar.

Objetivo prioritario en esta edad:

Educar al niño en hábitos dietéticos adecuados y en un estilo de
Vida saludable, para obtener:

  • Un adecuado estado de salud
  • Un óptimo crecimiento y desarrollo físico y psicosocial
  • Prevenir determinados problemas de salud de la edad adulta

Recomendaciones para confeccionar el Menú:

  • Siempre que sea posible deben ingerirse alimentos frescos, de temporada y locales
  • Elegir preferentemente alimentos vegetales: hortalizas frutas, legumbres, cereales
    frutos secos y semillas.
  • Utilizar aceite de oliva como grasa principal.
  • Disminuir fritos y si se ingieren que sean en aceite de oliva.
  • Mínima ingesta de alimentos procesados
  • Elegir carnes pobres en grasa y a ser posible rojas, son fuente de hierro de gran
    biodisponibilidad.
  • El hierro presente en verduras y cereales es de menor biodisponibilidad aunque se
    puede mejorar con el consumo simultáneo de alimentos ricos en vitamina C (naranja,
    kiwi, fresas, etc.)
  • Aumentar el consumo de pescado (3-4 veces a la semana) rico en ácidos grasos W3
    (salmón, atún, sardinas, boquerones, etc.) sustituyendo a la carne.
  • Consumo diario de lácteos (500ml/día) para cubrir las necesidades de calcio. No está
    justificado el empleo de leche desnatada.
  • Aumentar ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono complejos, con fibra y
    restringir el consumo de zumos, dulces, bollería industrial y azúcar refinado.
  • Procurar que la dieta sea variada para proporcionar un aporte correcto de vitaminas y
    minerales
  • Se recomiendan ingestas moderadas de sal, evitando los alimentos salados y el hábito
    de añadir sal a las comidas. Usar sal yodada.
  • Debe estimularse el consumo de agua frente a todo tipo de bebidas y refrescos.
  • Es fundamental tener en cuenta los gustos, costumbres y condicionamientos sociales
    y económicos.
  • Mantener las tradiciones gastronómicas

Recomendaciones Generales

  • Realizar 60’ de ejercicio diario al aire libre siempre que sea posible.
  • Hacer un buen desayuno: debe incluir al menos, lácteos, cereales y frutas. Y Levantar
    al niño con tiempo.
  • Fomentar el consumo de pescado, mejor azul. El congelado tiene el mismo valor
    nutritivo que el fresco.
  • Estimular el consumo de agua como mejor bebida, restringiendo refrescos y bebidas
    carbonatadas que contribuyen a la obesidad.
  • Mantener las tradiciones gastronómicas
  • No premiar o sobornar con dulces, bollería, comidas rápidas de tipo hamburgueserías,
    pizzerías,…
  • Cuidar la preparación de los alimentos (presentación, limpieza, textura, color, olor,…)
    Complementar en la cena la comida del mediodía, sobretodo en niños que usan los
    comedores escolares.
  • Servir raciones apropiadas en tamaño según la edad y gasto energético.
  • Cuidar que el ambiente que rodea las comidas sea agradable y distendido, un lugar
    para hablar y relacionarse.
  • Dedicar tiempo para que aprenda a comer disfrutando.
  • Estimularle para que coma solo y usando cubiertos.
  • Si no quiere la comida, no enfadarse y, tras un tiempo prudencial, retirar el plato y no
    ofrecer nada hasta la siguiente comida.
  • Establecer horarios y un lugar regular para comer, mantener un cierto ritual sin ser
    rígidos.
  • Estimularles a colaborar en poner la mesa y participar en la elaboración de los
    alimentos.
  • No permitir el juego ni ver la TV mientras se come.
  • Tener en cuenta las preferencias y aversiones del niño sobre los distintos alimentos.
    Los alimentos de deben presentar de forma atractiva y variada, teniendo en cuenta los
    gustos del niño.
  • Es el niño el que regula la cantidad de lo que come, según la sensación de hambre o
    saciedad. No se le debe forzar ni amenazar.
  • Comer en familia siempre que se pueda.
  • Establecer normas sencillas de comportamiento e introducir otras progresivamente. Si
    el niño rompe las reglas es mejor recordárselas y si insiste debe suspenderse la comida
    sin gritos ni manifestaciones de ansiedad.

RECOMENDACIONES COMPLEMENTARIAS A LOS PADRES

  • Enseñar al niño a comer de todo y no abusar de nada
  • No emplear los alimentos como premio o castigo
  • Si el niño no come en una comida, esperar hasta la
    siguiente con el fin de no perder el ritmo en los horarios.
  • Conocer los menús del colegio para complementarlos en
    casa.
  • Limitar el consumo de calorías vacías (golosinas, snacks
    etc.)
  • Una comida sana y equilibrada facilita que el niño, desde
    muy pequeño, adquiera unos hábitos alimentarios
    adecuados.
  • Estimularle en la realización de actividad física para
    mantener su peso con las ingestas energéticas
    requeridas.